Buscar

lunes, enero 24

Bamboo Kids, Una experiencia de yoga en la educación



La historia Bamboo Kids comienza en un salon de Kinder de Bogotá. En las mañanas frias de hace ya varios años yo dirigía un grupo de niños entre 5 y 6 años. Hacíamos saludos al sol abriendo espacio entre los escritorios, en medio de los ejercicios lectoescritos. Nos tomábamos unos minutos para hacer estiramientos utilizando sillas, mesas y paredes. Cuando el ambiente se tornaba tenso, nos preparábamos para hacer El Leon y después de almuerzo practicábamos posturas de equilibrio como el arbolito, el bailarin o el águila, las cuales nos ayudaban a volver la atención a las actividades escolares propias de un colegio de alto rendimiento académico.


Recuerdo a una de mis alumnas diciendo luego de un disgusto con un compañero:
¡Es que cuando haces el león se te pasa un poquito la rabia! ¿Podemos hacerlo ahora?
Yo había recorrido el camino del yoga desde hacía algunos anos como practicante, y llevaba otros tantos como maestra de preescolar y terapeuta infantil. Un día decidí experimentar con mis estudiantes la influencia del yoga en el aprendizaje. Encontré una fuente inspiradora en el libro de Micheline Flak y Jacques de Coulon Niños que Triunfan: El Yoga en la Escuela. Investigué la forma como muchas escuelas públicas de Estados Unidos han integrado esta práctica a sus programas académicos. Basada en mi propia experiencia con el yoga y en testimonios de otros instructores de yoga para niños, emprendí mi propio experimento.
Convencí a las directivas del colegio de abrir un espacio de yoga en la jornada extracurricular para niños de primer y segundo grado. Llamé a este espacio Bamboo Kids. La idea que lo sostiene es simple: como el bambú, ese árbol a la vez fuerte, flexible y protector, los niños deben tener la posibilidad de crecer en todas las dimensiones de su ser a través de la práctica del yoga. El experimento fue todo un éxito: tres grupos de veinte alumnitos de siete y ocho años terminaron voluntariamente su primer año.


Las sesiones están basadas en el yoga dinámico e incorporan elementos de psicomotricidad, danza e integración neuro-sensorial. Los beneficios de la práctica en los niños van desde una mejor conciencia postural hasta el aumento en los niveles de atención y seguimiento de instrucciones, coordinación motora y balance corporal.
Una sesión Bamboo Kids tiene una duración aproximada de 45 minutos. Siempre se desarrolla en un ambiente seguro, en el que los niños tienen la oportunidad de compartir con sus pares una experiencia divertida y formativa.

En un comienzo, por supuesto, surgieron dudas de parte de los padres a causa de algunas creencias falsas que giran en torno al yoga tradicional, como que tiene un carácter dogmático y religioso. Sin embargo, estas dudas se disiparon rápidamente. La forma simple y divertida de entender el yoga a través de animales, canciones y objetos lúdicos, sumada al apoyo incondicional de las directivas, confirmó que es posible que la educación clásica de un colegio de alto rendimiento comulgue con la ciencia milenaria del yoga. La semilla ya estaba sembrada.


De hecho, en los últimos cinco años cada vez más colegios y jardines infantiles en Colombia, especialmente en Bogotá, vienen incluyendo el yoga como actividad complementaria. El impacto ha sido tal que algunas instituciones privadas ya están integrando el yoga en el plan de estudios como actividad curricular. Muchos psicólogos infantiles, pediatras y terapeutas ocupacionales se han dedicado a promover el yoga para niños como un complemento a los procesos terapéuticos.
De mis años de maestra preescolar guardo el gran amor por los niños y la certeza de que espacios como éste tienen un efecto muy positivo en su formación. Como terapeuta, me guío por la intuición de que es tiempo de promover más procesos grupales siginificativos, en los que se fomente la bondad, la paciencia y el encuetro con el Ser espiritual desde los primeros años. Muchos de nosotros hemos conocido los beneficios del yoga como adultos, pero en los niños las posibilidades son inmensas.
Además de los efectos positivos nombrados anteriormente, el yoga abre un canal de expresión de los miedos, las alegrias y los sentimientos más sutiles en los niños. Al exaltar la conciencia, la práctica los invita a ser más amables con ellos mismos y con el ambiente que los rodea. Una clase de yoga para niños grupal crea un micromundo lleno de reflexiones acerca de la vida, las relaciones con los demás y consigo mismos. Una mamá me preguntaba cuáles eran los efectos de esta práctica en su hijo. Yo le respondí: “observa a tu niño como un ser único y especial, confía y déjate sorprender. Notarás mas de lo que yo te pueda contar y serás tú quien me contará a mi“.



Juliana Arias Garcia
Creadora Bamboo Kids Yoga

Psicologa, Instructora de Yoga

No hay comentarios:

Publicar un comentario